La casa Eames, el hito de la arquitectura industrial

“Así como un buen anfitrión trata de anticipar las necesidades de su invitado, un buen arquitecto trata de anticipar las necesidades de quienes habitarán ese espacio”, esta fue la filosofía con la que la pareja de arquitectos Charles y su esposa Ray Eames construyeron esta casa a finales de los 40. Para inicios de esa misma época, los recién casados colaboraban en la revista Arts And Architecture. Aquí, el editor quiso averiguar cómo la arquitectura podría tener un papel más activo en la posguerra, por lo que encargó a sus arquitectos construir varios modelos de casa haciendo uso de los restantes de la II Guerra Mundial. Allí entró la pareja a trabajar y, a lo largo de 3 años, edificaron un hogar sin demasiadas exigencias, encontrando un concepto abierto donde disponer bloques de acero y crear un ambiente que se conectará con el espacio natural que se dibujaba a las afueras, apreciando el caer del agua y el silbido de las aves. Su innovación fue intuitiva y arriesgada: dejar todas las estructuras de metal al desnudo, permitiendo que cada visitante entendiera su historia al disfrutar de la vista interior. Al final, la pareja habitó el lugar que construyó porque era su vivienda ideal.