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No lo obligues, percibe sus horarios de sueño
Si tu hijo se duerme a las 11, no lo obligues de primeras a dormirse a las 8. Debes hacer que este cambio sea paulatino, modificando poco a poco su horario.
Prepáralo para este momento
Por lo menos media hora antes de que lo dispongas para dormirse, crea un ambiente adecuado, baja un poco la intensidad de las luces, aíslalo del ruido y distracciones.
Haz una rutina nocturna
Un masaje relajante, una pequeña ducha o algunas actividades como lecturas o canciones de cuna ayudarán a que el bebé quiera llegar a su hora de sueño.
Alejarse
Acuéstalo, quédate allí hasta que se duerma. Repite esto varias noches, pero a medida que pase el tiempo, préstale menos atención hasta que ya no te necesite allí.
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