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Los animales han evolucionado para que su pelaje y grasa corporal les permita regular su temperatura eficientemente, de modo que el uso de la ropa para mascotas es más un asunto de moda que una necesidad. Sin embargo, su uso puede ser recomendable en zonas donde el clima es muy adverso y la mascota tiene poco pelo, poca grasa o alguna enfermedad que no le permita regular su temperatura por su cuenta. Algunos de los riesgos son asfixia, golpes de calor, dermatitis por el sudor, irritación o heridas por roce, ingesta de accesorios de la prenda y, en el caso de los gatos, la ropa impide que se laman, lo cual es una conducta necesaria para ellos. Pero si definitivamente consideras necesario vestir a tu mascota, es recomendable que no lo hagas por periodos muy prolongados, que observes si el animal está cómodo y que tengas paciencia mientras se habitúa para que no lo agobies. Respecto a la ropa, procura usar un tallaje adecuado (que permita la movilidad, es decir, ni muy ajustado ni muy holgado), que sea fabricada con tejidos naturales, que permita a la piel refrescarse, lavarla y dejarla secar bien para evitar hongos o bacterias.
"Algunos de los riesgos son asfixia, golpes de calor, dermatitis por el sudor, irritación o heridas por roce, así como ingesta de accesorios de la prenda"