- Inicio
- Mi cuerpo y mi mente
- Mi dinero
- Mis ruedas y transporte
- Mis dispositivos y electrónicos
- Mi hogar
- Mis viajes y paseos
- Mis comidas y bebidas
- Mi bebé y mis niños
- Mis mascotas
- Mi educación y habilidades
- Mi trabajo y carrera
- Mi emprendimiento
- Mi compañía
- Mi vivienda y finca raíz
- Mis prácticas y aficiones deportivas
- Mi arte y cultura
- Mi imagen y estilo
- Mis relaciones
- Mi música
- Mi ciudad
- Mis salidas y reuniones
- Mi plan de vida
- Mis hobbies y pasatiempos
- Mi planeta y humanidad
Así como una receta gastronómica nos da información sobre lo requerido para prepararla, una partitura nos indica los instrumentos que necesitaremos para interpretar una pieza musical, reconocer la tonalidad y la velocidad con que debemos hacerlo. En primer lugar, debemos entender el tempo y el ritmo de la canción: los compases tienen una fracción que denomina el ritmo de la pieza y que indica en cuántos tiempos debe ser dividido cada compás; por ejemplo, un compás de cuatro cuartos indica que los compases se compondrán de cuatro tiempos de un cuarto. Cada figura musical tiene un tiempo específico: redonda, compás completo; blanca, medio compás; negra, cuarto de compás; y corchea, octavo de compás. La melodía de cada sonido la brinda la ubicación vertical en el pentagrama según la clave específica del instrumento. Por ejemplo, en el piano se utiliza clave de sol para la mano derecha y la de fa para la izquierda; la clave determina el valor de cada línea del pentagrama y, por ende, el valor tonal de cada nota según su ubicación. Por último, la armadura, que se marca con el símbolo del sostenido en la línea de la tonalidad a cambiar, da pistas sobre los modos que regirán la canción, indicando a qué escala pertenecerán las notas a tocar.
"Una partitura nos indica los instrumentos que necesitaremos para interpretar una pieza musical, así como la tonalidad y la velocidad con que debemos hacerlo"