Equipo de ciclistas colombianos en el Tour de Francia

A principios de los años 80 en Colombia, el nombre de Miguel Ángel Bermúdez resonaba por todas partes en el escenario deportivo. Él se había posicionado recientemente como presidente de la Federación Colombiana de Ciclismo y, al entrar a su cargo, lo primero que hizo fue contratar a una secretaria que dominara el francés, pues este era el idioma del ciclismo. Gracias a esto, obtuvo la información necesaria para enviar, por primera vez, competidores del país al Tour de l’Avenir, donde ganaron dos años seguidos. Durante este mismo tiempo, el Tour de Francia era una carrera importante en Europa, pero no captaba el interés de la comunidad internacional. Ante esto, Bermúdez se arriesgó a proponerle a sus organizadores que dejaran participar a un equipo de colombianos, ya que habían salido victoriosos de l’Avenir. Gracias a su intervención, el primero de junio de 1983, un equipo de ciclistas colombianos pedaleaba en la carrera más importante del mundo. Todo sucedió ante la incredulidad de muchos, quienes consideraban que su participación iba a ser un fracaso. No salieron victoriosos, pero se dieron cuenta y le demostraron al país, con mucho esfuerzo, que las competencias de ese nivel no eran un objetivo inalcanzable.