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Las papas se introdujeron en Europa 20 años después de que Jiménez de Quesada encontrara este tubérculo en un pueblo en Colombia. Este proceso no fue nada fácil, pues en el continente europeo intentaron prohibir su ingesta porque creían que producía lepra. Sin embargo, un prisionero de la Guerra de los Siete Años fue alimentado con papas durante mucho tiempo y, debido a esto, después se dedicó a desmentir este mito y extender su consumo en la clase alta. Respecto a su popularización en Francia, se puede decir que, probablemente, la hambruna en 1785 fue el detonante para que se expandiera entre todos, dado que la papa es un alimento de rápido proceso en la cosecha. Una década después, la papa a la francesa era vendida en las calles de París. No obstante, hay relatos que indican que los belgas freían tiras de papa a finales del siglo XVII, pues solían freír el pescado y cuando los ríos se congelaron, hicieron lo mismo con la papa. Entonces, pudo suceder que ambos países descubrieran esta forma de consumo de la papa sin darse cuenta, sin embargo, quien se encargó de popularizar esta forma en el resto del mundo fue Francia.
"En 1795 la papa se popularizó tanto en Francia, que era normal ver puestos de venta de papas fritas en las calles de París"