Escribe tu propio manifiesto

Un manifiesto se define como una declaración de principios, creencias, opiniones, intenciones y motivos. Su fin es leerse en público o a nivel personal, y lo solemos utilizar como fuente de inspiración para darle inicio a algo o cambiar un aspecto. En realidad, este no tiene una estructura definida o un tono específico en el que se deba escribir, sin embargo, suele tener en cuenta ciertos elementos para denominarse como tal. El primer elemento es elegir los temas que quieres abordar allí; aquí también debes contemplar el motivo por el que lo escribes. El segundo es establecer tus propios principios, es decir, pon las cartas sobre la mesa y materialízalos escribiéndolos. El tercero es utilizar un lenguaje afirmativo, eso significa hacer declaraciones como “Haré un cambio de este modo”, o en presente “Tengo la firmeza de que...”. No utilices frases débiles o que te demuestren poco convencimiento como “Quiero o quisiera”. No está de más recordar que debes ponerlo sobre papel, esto te dará la libertad de poder leerlo con más frecuencia y exponerlo en un lugar físico donde puedas verlo y así ser firme con todo lo que propusiste allí.