La atmósfera es esencial y la estamos dañando

La emisión de gases de las ciudades libera una cantidad de sustancias que puede permanecer en la atmósfera días, décadas o siglos (el CO2). E incluso si se degradan en la atmósfera, se integran a ciclos biogeoquímicos, acrecentando el problema. Ahora, ¿cuál es el problema?, ¿para qué nos sirve la atmósfera? En primer lugar, allí se encuentra la capa de ozono, que nos protege de la radiación ultravioleta al filtrarla. Los gases de invernadero y CO2 presentes en la atmósfera ha creado un agujero en ella. Adicionalmente, la atmósfera participa en la regulación del clima, lo que se debe al movimiento de las masas de aire frío y caliente sobre los océanos, y por su efecto en las corrientes oceánicas en el transporte del vapor de agua (que luego se transforma en lluvia). Finalmente, es el lugar en el que se reservan químicos necesarios para la vida, como el carbón y el agua. Entendido esto, resulta claro que la emisión de gases altera la composición química de los elementos presentes en la atmósfera, ocasionando desastres en el clima, la presencia de contaminación en el agua por medio de la precipitación, y la reducción de los elementos como el carbón y el agua, pues sus partículas reaccionan con las de los gases emitidos.