La pintura como terapia

Muchos psicólogos han comprobado los beneficios del arte para ayudar sus pacientes, pues el arte en todas sus expresiones libera la subjetividad de las personas. Aquellos que asisten a terapia con pintura, suelen ser tímidos y retraídos, teniendo dificultades para comunicarse. Con la práctica de esta habilidad (en un ambiente no competitivo) las personas suelen alcanzar grandes logros personales y fortalecer su autoestima. Con el dibujo y la pintura, se estimulan ambos hemisferios del cerebro: el izquierdo tendría que ver con la lógica y el derecho con la creatividad y las emociones. Uno de los beneficios concretos de la pintura tiene que ver con una mejora en la concentración. Sobre esto, se han hecho estudios que indican que se puede llegar a un estado de concentración avanzado llamado Alpha. Por otro lado, mediante la pintura se expresan emociones que, con el tiempo, facilitarían su expresión en la comunicación interpersonal. De esta forma, cualquier persona podría mejorar su capacidad para entender sus emociones y expresarlas a los demás.