Organiza tu colección de estampillas 

Seguramente muchos de nosotros nos iniciamos en esta afición porque la heredamos de alguien más o, si somos demasiado mayores, los sellos postales hicieron parte de nuestra vida cotidiana hace ya mucho. Para organizar tus estampillas deberías empezar por separar las buenas de las malas, entendiendo por malas no las viejas, sino las que tengan daños extremos como hongos, óxidos, huecos y dobleces. Luego, puedes empezar a ordenar los sellos buenos por el país de su emisión y luego por su año; para apoyarte, podrías utilizar el catálogo de sellos de cada país, el cual incluso te podría indicar el valor de la estampilla. Para terminar, podrías examinar cada sello para determinar si es nuevo o si fue usado: si encuentras pedazos de cinta o marcas en la cara de la estampilla, esto quiere decir que fue empleada para sellar una carta. Debido a que los sellos eran el comprobante de pago por el servicio postal, los empleados de correos solían marcarlos para evitar que las estampillas se volvieran a utilizar; una estampilla que no tenga estas marcas nunca fue utilizada para enviar una carta.