El terremoto que dio forma a la Cúcuta

El 18 de mayo de 1875 se presentó un sismo que alteró radicalmente la historia cucuteña. Previamente al desastre, la ciudad se caracterizaba por poseer un trazado típicamente colonial, caracterizado por lo estrecho de sus calles y el amontonamiento de las edificaciones. Debido a que las características de la ciudad vieja resultaron ser mortales, puesto que se dificultaba encontrar espacios abiertos en que no hubiera edificaciones que pudieran caer sobre los ciudadanos, tras el terremoto se empezaron a proponer calzadas más amplias en forma de cuadrícula. Insospechadamente, este nuevo trazado urbanístico no solo resultó ser más seguro, sino que equipó a la ciudad de manera apropiada para su desarrollo industrial y comercial con la entrada del nuevo siglo. De igual modo, con el correr del tiempo, se ha buscado que las edificaciones actuales cumplan con la normativa nacional de sismoresistencia, de modo que no resulten fatales para los ciudadanos en caso de un nuevo desastre. Aunque es imposible predecir cuándo ocurrirá un nuevo sismo, se sabe que la región es propensa a ellos debido a que la ciudad reposa sobre el encuentro de 2 de las fallas geológicas más importantes del país. Sin embargo, en la actualidad se encuentra mucho mejor preparada para resistir estos embates.